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¿Aún hay "alguien" en este enorme universo?

¿Hay "extraterrestres"?

¿Hay otros planetas habitados en el espacio?

¿Existen otros seres con conciencia -similares a nosotros los humanos- en el espacio? 

Consideraciones científicas y teológicas

 

Consideraciones científicas:

 

La distancia al sol más cercano (estrella fija):

Hasta el sol más cercano (= Alfa Próxima Centauri) tenemos 4,25 años luz (= 40.375.000.000.000 km = 40.375 billones de km).

Un cohete desde la Tierra volando a 11 km por segundo necesitaría unos buenos 70.000 años para recorrer esta distancia.

Las ondas de radio para una llamada telefónica tardarían 4 años y 3 meses en recorrer esta distancia. (Así que una llamada telefónica muy aburrida: tendrías que esperar ocho años y medio para recibir una respuesta).

Por lo tanto, con la tecnología actual, la comunicación viva y las visitas de nuestra parte a planetas que podrían estar animados son poco realistas.

 

Si cada cien milésima estrella de nuestra galaxia (Vía Láctea) tuviera un planeta apto para la vida, habría cerca de un millón de planetas animados sólo en nuestra galaxia.

Si estos estuvieran distribuidos uniformemente en la "Vía Láctea", la distancia a los planetas más cercanos sería de unos 200 años luz.

Si cada galaxia tuviera un solo planeta vivo, habría unos 100.000 millones de estos cuerpos celestes animados.

 

Pero los planetas animados por animales y plantas no tienen por qué estar habitados por seres vivos con conciencia:

En los 4.600 millones de años de historia del planeta Tierra, las personas con inteligencia sólo han existido durante unos 10.000 años; antes habían existido los humanos prehistóricos durante unos 3 millones de años y posteriormente los humanos de la Edad de Piedra.

 

Si seres inteligentes de otros sistemas estelares nos hubieran visitado en los 500 millones de años anteriores, sólo habrían encontrado miles de especies diferentes de animales y plantas, pero no humanos. Podría ocurrir lo mismo en muchos otros planetas, si hubiera vida en ellos.

 

Por otro lado, sería posible, por supuesto, que algunas culturas similares a la humana no estuvieran sólo miles de años más desarrolladas que nosotros, sino millones de años.

 

Qué poca idea teníamos hace 200, 1.000 o 10.000 años, de las posibilidades técnicas con las que vivimos hoy, de los conocimientos y posibilidades técnicas que tendrá el ser humano dentro de 200, 1.000 o 10.000 años, si no nos destruimos antes con las armas modernas o la contaminación ambiental.

 

En la Tierra, en realidad, ¡sólo estamos al principio de un desarrollo de alta tecnología!

Pero sólo unas décadas después del desarrollo de los vehículos de propulsión técnica (motores eléctricos y de gasolina), el ser humano consiguió volar a la Luna y, lo que es quizá más importante, calcular la edad y el tamaño de todo el universo.

Lo que nos queda por descubrir en los próximos siglos y milenios de los secretos, poderes y posibilidades ocultas de la naturaleza es inimaginable en el presente

 

Por un lado, el universo parece ser muy favorable a la vida, por otro lado, las circunstancias en la tierra, que han llevado al mayor desarrollo de la vida hasta el hombre, parecen depender de una variedad tan enorme de factores "aleatorios" que la probabilidad de su desarrollo parece extremadamente baja.

Pero el enorme número de estrellas y posibles planetas hace de nuevo más probable la improbabilidad.

En cualquier caso, sería uno de los acontecimientos más impactantes de la historia de la humanidad si los visitantes extraterrestres se identificaran claramente como tales y establecieran un contacto permanente con nosotros. 

 

Consideraciones teológicas:

 

Si los estudiantes preguntaran:

"Si hay seres parecidos a los humanos en otros planetas del espacio, ¿tienen la misma fe que nosotros?" 

Mi respuesta:

Tan pronto como los seres se desarrollan en un planeta que tiene conciencia, un mundo espiritual interno de pensamientos y un mundo interno de sentimientos son formados por ellos y son percibidos conscientemente. En consecuencia, se preguntan cómo están conectados con otros congéneres, con otros seres vivos y con la gran comunidad de la naturaleza.

Como se dan cuenta de que los demás también tienen un mundo interior de pensamientos y sentimientos que no se pueden percibir desde el exterior, no saben cómo los ven los demás:

¿Son malintencionados o benévolos?

Entonces surge el problema emocional de la desconfianza y la confianza.

 

Dado que estos "seres humanos primitivos" también consideran que otros seres vivos y los elementos naturales y las fuerzas de la naturaleza tienen alma, la dinámica de la confianza y la desconfianza también se relaciona con el entorno natural, luego con la naturaleza en su conjunto y con los "espíritus", "demonios" o "dioses" sospechosos de controlar los acontecimientos naturales.

 

Por lo tanto:

Conciencia => Mundo interior => Confianza y desconfianza => ¿Cómo se puede encontrar la confianza (= "creer") en el conjunto de la vida y del mundo?

 

La fe cristiana es el conocimiento espiritual ("revelación") de que la vida, el mundo y el cosmo, a pesar de muchas catástrofes y situaciones de sufrimiento, están animados por una fuerza amorosa y de afirmación de la vida, que nos permite a los humanos confiar en el valor y el significado de nuestras propias vidas y del mundo y el cosmo entero, y tratar a nuestros vecinos de todo el mundo (y posiblemente también a los extraterrestres) con el respeto y la estima fundamentales

 

La cuestión fundamental de la "confianza en toda la realidad" no ha cambiado ni siquiera para los modernos de nuestro tiempo:

 

  Así es como el famoso físico Albert Einstein respondió a la pregunta

"¿Cuál es la pregunta más importante que puede hacer una persona?" 

"La pregunta más importante es: ¿Es el universo un lugar amigable?"

 

Quizás también se pueda formular esta pregunta de esta manera:

"¿Existe un sentido último positivo para el universo y para la vida humana?" 

O:

"¿Existe una fuente de benevolencia y bondad en este universo o más allá del universo a la que todo ser vivo del universo pueda llegar y que pueda

tocar hasta el fondo de su ser?"

 

La fe religiosa se basa en esa "fuente de fuerzas psíquicas positivas", a la que se ha dado el nombre de "Dios" como contrapartida personal. Las personas religiosas creen que a través de la meditación y la oración pueden abrirse interiormente a estas fuerzas espirituales de esta "fuente" para que fluyan hacia ellos mismos y traigan consigo la afirmación de la vida, el amor, la misericordia, la conciencia de la responsabilidad, etc. 

La fe religiosa sana (¡también existe la fe religiosa malsana y dañina!) es el descubrimiento de ser amado y afirmado de manera integral y fundamental, así como el descubrimiento del cultivo de la capacidad ulterior de poder afirmar fundamental y completamente la vida y la existencia y, en consecuencia, vivir responsablemente.

 

Manfred Hanglberger (www.hanglberger-manfred.de)

 

Traducido por: Luisa Gago Galvez

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